¿Nos hacemos propósitos de Año Nuevo solo para ignorarlos? ¿Son meras promesas condenadas al fracaso? En este artículo vamos a ver si, estadísticamente hablando, estos propósitos funcionan y qué aumenta las posibilidades de éxito.
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¿Cómo puedes lograr el éxito en los propósitos de este año?
Las propósitos de Año Nuevo son una antigua tradición que continúa hasta nuestros días. Los babilonios comenzaban cada año con promesas de pagar deudas y devolver los artículos prestados. Los romanos comenzaban su año prometiendo al dios Jano, que se comportarían mejor.
En la actualidad, muchas personas aún prometen hacer cambios a con el comienzo del año nuevo. Este deseo, en muchas ocasiones, viene ocasionado por los excesos realizados durante el período de vacaciones.
Parece que lo más común es que los propósitos de Año Nuevo giran en torno a la pérdida de peso, dejar de fumar , reducir el consumo de alcohol y hacer más ejercicio.
Aunque las propósitos son siempre son con la mejor intención, no siempre tienen éxito. En este artículo, analizaremos la evidencia y responderemos a la pregunta: ¿deberíamos molestarnos en cumplir los propósitos de Año Nuevo en 2020?
¿Cómo de efectivos son los propósitos de Año Nuevo?
Un estudio de 1989 siguió a 200 personas que vivían en Pensilvania mientras intentaban hacer cambios basados en sus propósitos de Año Nuevo.
De media, los participantes eligieron propósitos comunes, como dejar de fumar o perder peso. Con menos frecuencia, las personas se comprometieron a mejorar las relaciones, y un 2.5%, sorprendentemente bajo, esperaba mejorar sus hábitos de bebida.
Un impresionante 77% logró cumplir sus promesas durante 1 semana, pero la tasa de éxito cayó al 19% en 2 años. Aunque esa es una tasa de abandono considerable, significa que 1 de cada 5 participantes logró su objetivo.
Del 77% de los que consiguieron cumplir su propósito, más de la mitad falló al menos una vez y, en promedio, las personas fallaron 14 veces en los 2 años.
Un estudio en el Journal of Consulting and Clinical Psychology en 1988 siguió los esfuerzos de 153 personas que comenzaron el Año Nuevo decididos a dejar de fumar.
Al mes, el 77% de los participantes había conseguido al menos un período de abstinencia de 24 horas. En general, sin embargo, los resultados parecieron un poco decepcionantes como indicaron los autores:
» Solo el 13% de la muestra se abstuvo al año y el 19% informó abstinencia a los 2 años de seguimiento».
Otro estudio, que apareció en PLOS ONE , analizó el comportamiento de manera más general. El equipo de investigación rastreó los hábitos de compra de alimentos de 207 hogares desde julio de 2010 hasta marzo de 2011.
Como era de esperar, los investigadores encontraron que, durante el período de vacaciones, el gasto aumentó en un 15%. Las tres cuartas partes de este aumento se destinaron a productos menos saludables.
Además, como se esperaba, cuando llegó enero, la venta de alimentos saludables aumentó un 29,4%.
Sin embargo, la venta de productos poco saludables no cayó en tándem con este impulso de salud. Las personas compraban alimentos más nutritivos, pero seguían comprando la misma cantidad de productos no saludables.
En general, la cantidad de calorías que compraron en el Año Nuevo fue mayor que durante el período de vacaciones. Los autores concluyeron:
«A pesar de las propósitos de comer de manera más saludable después de Año Nuevo, los consumidores pueden ajustarse a un nuevo ‘status quo’ de compras de alimentos saludables y menos saludables durante las vacaciones, y cumplir dudosamente sus propósitos de Año Nuevo gastando más en alimentos saludables».
Los autores creen que la clave para unos propósitos exitosos es enfocarse en reemplazar los elementos no saludables por otros saludables, en lugar de comprar ambos.
Es un buen consejo, pero no necesariamente fácil de conseguir.
Éxitos y fracasos de los objetivos de pérdida de peso.
En 2009, GlaxoSmithKline lanzó Orlistat , que calificaron como «la primera ayuda de pérdida de peso de venta libre clínicamente comprobada» en Europa.
Como parte de su impulso de marketing, la compañía también realizó una encuesta en Internet sobre pérdida de peso que incluyó preguntas sobre las propósitos de Año Nuevo.
Aunque la encuesta no pretendía ser un estudio científico, generó un conjunto sustancial de datos con 12.410 mujeres de seis países europeos.
Un grupo de investigadores aprovechó este conjunto de datos y publicó un análisis en la revista Obesity Facts .
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Descubrieron que alrededor de la mitad de las mujeres propuesto en Año Nuevo perder peso en los últimos 2 años.
En cuanto a las tasas de éxito, observaron que las mujeres con un índice de masa corporal ( IMC ) menor de 25, que los expertos en salud definen como «normal», tuvieron éxito el 20%.
Sin embargo, de aquellas con un IMC de 30 o más, que los médicos clasifican como con sobrepeso u obesidad, solo el 9% informó algún éxito.
En el grupo con sobrepeso, las tres cuartas partes de las encuestadas dijeron que su razón principal para no perder peso fue que tardaron demasiado en ver resultados. Alrededor de un tercio de las personas con obesidad o sobrepeso declararon que no tuvieron éxito debido a la falta de confianza.
¿Qué aumenta las posibilidades de tener éxito?
En el estudio de Pensilvania que he mencionado anteriormente, los científicos no encontraron ningún vínculo entre la tasa de éxito y el sexo o la edad de los participantes. Del mismo modo, el tipo de propósito no influyó en la probabilidad de que tuvieran éxito.
Los investigadores contactaron a los participantes por teléfono después de 1 semana, 1 mes, 3 meses, 6 meses y 2 años.
Durante estas entrevistas, los investigadores también preguntaron a los participantes qué técnicas utilizaron para ayudarlos a mantener sus propósitos y con qué frecuencia realizaron cada una.
Descubrieron que los participantes con más éxito aplicaban técnicas de control del estímulo.
El control de estímulo es el acto de mantener a tu alrededor señales que te recuerden por qué elegiste ese propósito.
Por ejemplo, alguien que deja de fumar podría tener una foto de su hijo pequeño cerca para recordarle por qué decidió dejar de fumar.
En los controles de los 6 meses y 2 años, los participantes exitosos estaban utilizando la fuerza de voluntad) y el refuerzo positivo, recompensándose a sí mismos por tener éxito.
Por el contrario, las personas que no mantuvieron sus propósitos más comúnmente emplearon la autoculpa y la ilusión.
El estudio que comentado anteriormente que siguió a 153 fumadores, también analizó los factores que hicieron más probable que dejaran de fumar. Los autores explicaron:
» El uso de múltiples estrategias para dejar de fumar se asoció con la abstinencia a los 2 años de seguimiento. Se descubrió que una fuerte motivación para dejar de fumar es importante tanto para el éxito inicial como para el mantenimiento a largo plazo».
Otros estudios que han investigado el abandono del hábito de fumar han identificado factores que aumentan la posibilidad de dejar de fumar. Estos factores incluyen mantenerse alejado de ambientes donde se fume, abstenerse de consumir alcohol, técnicas de manejo del estrés y fuerza de voluntad.
Otro documento adoptó un enfoque diferente. Al publicar su trabajo en el Journal of Clinical Psychology , los autores se propusieron entender por qué algunas personas tuvieron éxito donde otras fallaron.
Para hacer esto, reclutaron dos grupos de participantes: 182 personas con propósitos de Año Nuevo. Los investigadores siguieron a los participantes durante 6 meses y registraron sus éxitos y fracasos.
De acuerdo con otros estudios, los propósitos de Año Nuevo más comunes fueron perder peso, aumentar el ejercicio y dejar de fumar.
Los autores encontraron que las personas que consiguieron sus propósitos usaron la fuerza de voluntad, control del estímulo, refuerzo positivo, pensamiento positivo y estrategias de evitación.
Por el contrario, aquellos que tuvieron menos éxito tendieron a usar más ilusiones, se culpaban y criticaban a sí mismos, y se burlaban del problema.
Conclusión
Algunas de las explicaciones anteriores podrían provocar que abandones tus propósitos para este año, pero no debería ser así.
Los autores del estudio anterior extrajeron algunas conclusiones que deberían aumentar la confianza de cualquier de cualquier persona respecto a sus propósitos:
Las personas que se plantearon propósitos tuvieron tasas de éxito más altas que los no lo hicieron. A los 6 meses, el 46% de los que se plantearon un propósito tuvieron éxito, frente a un 4% de éxito que tuvieron los que no se lo plantearon.
Por lo tanto, por muy complicado que sea cualquier objetivo que te plantees, simplemente por habértelo propuesto has aumentado tus probabilidades de éxito.
Según diversos estudios, plantearte propósitos de Año Nuevo aumenta en 10 veces tus posibilidades de conseguirlo.
A pesar de la opinión generalizada, un porcentaje considerable de las personas que inician sus propósitos de Año Nuevo, tienen éxito, al menos a corto plazo.
En conclusión, los propósitos de Año Nuevo no funcionan para todos. Pero, si ni siquiera te los planteas, seguro que no los vas a conseguir.
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